Pocos días antes de Navidad se daba a conocer el flamante nuevo patrocinador del equipo de Contador e Iván Basso: Burger King. Entre los embutidos de Kometa (compañía cárnica húngara) y los wopper del nuevo sponsor, nos gustaría saber qué piensa el dietista del equipo.
Llama la atención que marcas de productos ultraprocesados patrocinen equipos deportivos profesionales cuando son el primer alimento que todo deportista elimina de su dieta. Parece que el deporte de élite se hubiera olvidado de que son inspiración para los más jóvenes y que una dieta a base de hamburguesas no es el tipo de hábitos saludables que hay que infundir entre los adolescentes. Aunque esto no es nuevo. Recordemos que equipos de fútbol como el Real Madrid han sido patrocinados durante años por Bwin: cientos de miles de niños llevando camisetas con el logo de una de las marcas favoritas de los enfermos de ludopatía.
Claro, que igual que el patrocinio deportivo de las casas de apuestas terminó a golpe de ley, no sería de extrañar que ocurriera lo mismo con la comida rápida después de ver la que se ha montado con las macrogranjas y, antes, con la carne roja.
¿Qué ha tenido que pasar para que Contador e Iván Baso se hayan tragado semejante sapo como es aceptar a la marca líder en comida basura como sponsor? Seguramente la respuesta es, sencillamente, que no había un patrocinador mejor para alcanzar los objetivos del equipo.
Sea como fuere, ver “Honest food” escrito en el maillot y justo debajo, en el culotte, la silueta del wopper es, cuando menos, llamativo. Imaginamos que ponerte a pesar los gramos de glucógeno que puedes ingerir después de 250 kilómetros infernales mientras llevas dibujado un cuarto de libra tiene que ser todo un poema.