Un año más, Miguel Ángel López vuelve a ser noticia. El bravo escalador colombiano, a través de su ya nuevo equipo, el Team Medellín, confirmó hace unos pocos días su fichaje por el equipo de casa. ¿Fichaje obligado? Parece ser que sí, pero que, de momento, “se queda por allí”.
Desde luego, no se trata de un fichaje pre-retiro de un corredor veterano. Hay que recordar que hace tan sólo 8 años, en 2014, Miguel Ángel López tenía sólo 20, y levantó su dedo índice para contar al ciclismo que había llegado otro colombiano con ganas de despuntar. Ese año se adjudicó el Tour del Porvenir, carrera clave donde los equipos del WT suelen pegarse para fichar al ganador. Se lo llevó Astana, y de ahí…para arriba.
Digo para arriba porque desde luego, escalador era. Y, desde luego, no fue fuego pasional de una noche. A “Superman”, como también se le conoce en el ciclismo, no se le dio nada mal recalar en el profesionalismo de alto nivel.
Victorias tiene, muchas y de nivel. Ha levantado las manos en Vuelta y Tour además de conseguir podio en Vuelta y Giro, entre otros grandes logros. Puede decirse que algo de superhéroe si tiene, especialmente para la afición colombiana.
También habrá quienes vean en el justamente lo contrario, es decir, al “villano”. Un tipo que golpea a un aficionado cuando éste le hace caer de la bici durante la disputa de un Giro de Italia en la que se estaba jugando sus opciones. Tampoco pasará desapercibida en su lista de “villanías” sus declaraciones en caliente calificando de “los tontos de siempre” al equipo Movistar como reacción a una estrategia “controvertida” en carrera durante una Vuelta a España en la que salió perjudicado.
Aunque luego limó asperezas con el equipo telefónico, ya que terminaría firmando el año siguiente con la escuadra española de la que volvió a salir tras sólo una temporada con un “yo me quedo por aquí señores, ha sido un placer” ante, de nuevo, una decisión en caliente tomada durante el transcurso de la Vuelta a España de 2021 en la que se despedía del podio a última hora por un error de marcaje y como consecuencia, decidió bajarse de la bicicleta y no continuar pese al intento de su equipo por convencerle de que lo hiciera.
Pero, el destino de López desde luego parece haberle tomado la palabra literlamente con aquello de que “se quedaba por aquí”, al menos en lo que se refiere a su salida del World Tour.
Tras recalar de nuevo en Astana, su equipo de siempre, se le relacionó con el Médico Marcos Maynar durante la temporada pasada. Como consecuencia, se produjo la disolución de su contrato. Y peor aún, no pudo encontrar acomodo en otro equipo de la categoría.
Finalmente le ha hecho un hueco el Team Medellín, de su Colombia natal al que, si uno observa su anuncio de fichaje, parece toparse con el breve discurso de aquel que se empareja por no querer estar solo. Sin nada de amor y con una alta dosis de conveniencia.
En un video emitido por su nuevo equipo, parece limitar su agradecimiento a que le dejen “pasar un año de transición” y parece excusarse por su fichaje señalando que “es que no había ya huecos en otros equipos del WT por las fechas, con las nóminas ya cerradas”. En definitiva, la sensación que deja es que era eso o nada.
Y es que, si uno mira el calendario del equipo colombiano, entiende que Miguel Ángel agache la cabeza, sin más motivación, a priori, que correr el Tour de San Luis o la vuelta a Colombia. A años luz del glamour de sus temporadas habituales.
Supongo y espero que su paréntesis competitivo a gran nivel dure sólo esta temporada y que pueda disfrutar de una treintena ciclista al nivel que merece. Por el momento nos deja con lo de que, “se queda por aquí”.