Strava da marcha atrás: aceptará las normas de Garmin antes del 1 de noviembre



En un giro sorprendente, Strava ha anunciado que cumplirá con las nuevas normas de atribución de datos impuestas por Garmin, a pesar de haberlas criticado públicamente hace apenas unos días. La compañía ha enviado un correo a su comunidad de desarrolladores confirmando que, a partir del 1 de noviembre de 2025, cualquier aplicación que use su API deberá incluir una mención visible a Garmin cuando los datos provengan de uno de sus dispositivos .

Este cambio de rumbo llega en medio de una batalla legal abierta entre ambas empresas. Strava demandó recientemente a Garmin por supuesta infracción de patentes relacionadas con los segmentos en vivo, los mapas de calor y el enrutamiento por popularidad . Sin embargo, esta disputa judicial es independiente de las nuevas reglas de atribución.

¿Qué exige realmente Garmin?

La polémica comenzó cuando Matt Salazar, director de producto de Strava, publicó un mensaje en Reddit asegurando que Garmin obligaba a mostrar su logotipo en “cada actividad, pantalla, gráfico e imagen”, algo que Strava calificó como “publicidad descarada” . Pero al revisar las directrices oficiales de la API de Garmin, la realidad parece más matizada: la atribución puede hacerse con texto (“Garmin [modelo del dispositivo]”) o con el logotipo, pero este último no es obligatorio.

Esta discrepancia ha generado confusión y críticas en la comunidad, que acusa a Strava de haber exagerado las exigencias de su rival para movilizar a los usuarios .

Una decisión pragmática

Más allá de las declaraciones públicas, la decisión de Strava parece puramente estratégica. Garmin amenazó con cortar el acceso a su API el 1 de noviembre si no se cumplían sus nuevas normas, lo que habría interrumpido la sincronización automática de millones de actividades diarias de ciclistas y corredores en todo el mundo .

Al aceptar las condiciones, Strava evita un colapso técnico que habría afectado directamente a su base de usuarios, incluso mientras mantiene su demanda legal en curso.

¿Qué significa esto para los usuarios y desarrolladores?

Para la mayoría de los ciclistas, la experiencia en la app de Strava no cambiará . Sin embargo, las aplicaciones de terceros que usan la API de Strava —como Veloviewer, Trailforks o Wandrer— sí deberán adaptarse. Ahora, si muestran datos originados en un dispositivo Garmin, deberán incluir una atribución clara a la marca, aunque no trabajen directamente con Garmin Connect .

En resumen, Strava ha optado por la pragmática sobre el postureo. Ha cedido en la batalla de la atribución para no perder el flujo de datos, pero sigue firme en la guerra legal por la propiedad intelectual. La comunidad ciclista, mientras tanto, podrá seguir subiendo sus rutas sin interrupciones… al menos por ahora.

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