Por qué los kilojulios semanales son superiores al TSS para cuantificar la carga de entrenamiento en ciclismo



Introducción

En el mundo del ciclismo competitivo, la cuantificación precisa de la carga de entrenamiento es fundamental para optimizar el rendimiento y prevenir el sobreentrenamiento. Durante años, el Training Stress Score (TSS) ha sido la métrica dominante en esta tarea, pero evidencia científica reciente sugiere que medir la carga de entrenamiento en kilojulios semanales (kJ) ofrece ventajas significativas tanto en precisión como en aplicabilidad práctica. Este artículo analiza las limitaciones inherentes del TSS y por qué los kilojulios representan una métrica superior para la planificación y monitorización del entrenamiento ciclista.

El sistema TSS: Concepto y limitaciones fundamentales

El Training Stress Score (TSS) es una métrica que combina duración e intensidad en un solo valor para describir la carga de entrenamiento. Se calcula utilizando el factor de intensidad (IF) y el tiempo, normalizando la carga según el umbral funcional de potencia (FTP) de cada ciclista. Sin embargo, esta normalización introduce varias limitaciones críticas.

Una de las principales críticas al TSS es que está influenciado desproporcionadamente por la intensidad en comparación con otras métricas de carga de entrenamiento. Esto puede distorsionar la percepción real del trabajo realizado, especialmente en sesiones de alta intensidad donde el TSS puede sobreestimar la carga fisiológica real. Además, el TSS está diseñado específicamente para prescindir de mediciones «absolutas» como los kilojulios quemados o el total de kilómetros recorridos, bajo el argumento de que estas no dan una imagen precisa del estrés fisiológico.

El problema fundamental del TSS radica en su dependencia del FTP, un valor que fluctúa con el entrenamiento y puede ser difícil de determinar con precisión. Cuando el FTP cambia (ya sea por mejora o fatiga), todo el sistema de puntuación se altera, haciendo difícil comparar cargas de entrenamiento a lo largo del tiempo. Esto crea inconsistencias en la planificación a largo plazo y en la evaluación del progreso.

Los kilojulios como métrica de carga de entrenamiento

Los kilojulios gastados (kJ) representan la energía mecánica total producida durante el entrenamiento. Esta métrica se basa directamente en la potencia producida y el tiempo, sin normalización subjetiva. Los kilojulios proporcionan una medida objetiva y absoluta del trabajo realizado, independiente del nivel de condición física del ciclista.

Un estudio publicado en el International Journal of Sports Physiology and Performance analizó 11,655 sesiones de entrenamiento en ciclistas profesionales, calculando kilojulios gastados, sRPE, LuTRIMP y TSS para evaluar las correlaciones entre estas diferentes medidas de carga de entrenamiento. Los resultados revelaron patrones importantes sobre cómo estas métricas se relacionan entre sí y con el rendimiento real.

Ventajas científicas de los kilojulios sobre el TSS

1. Mayor precisión en la cuantificación del trabajo real

Los kilojulios miden directamente el trabajo mecánico realizado, sin las suposiciones y normalizaciones que introduce el TSS. Un ciclista que produce 2000 kJ en una semana ha realizado exactamente esa cantidad de trabajo mecánico, independientemente de su FTP o nivel de condición física. Esta objetividad es crucial para la planificación y periodización del entrenamiento.

2. Mejor correlación con la demanda energética y nutricional

La evidencia científica muestra que los kilojulios gastados tienen una correlación más directa con las necesidades energéticas y de hidratación del ciclista. Un estudio reciente de Rothschild (2024) demostró que los kilojulios son una métrica superior para predecir los requerimientos de carbohidratos y energía durante el entrenamiento y la competición. Esto tiene implicaciones prácticas significativas para la nutrición deportiva y la planificación de la ingesta durante eventos de larga duración.

3. Aplicabilidad transversal entre diferentes tipos de sesiones

A diferencia del TSS, que puede ser sesgado hacia sesiones de intensidad específica, los kilojulios proporcionan una medida consistente del trabajo realizado independientemente del perfil de intensidad. Esto es particularmente importante en el ciclismo profesional, donde los entrenamientos varían enormemente en su estructura (desde rodajes de resistencia a intervalos de alta intensidad).

4. Simplicidad y transparencia en la interpretación

La ventaja más evidente de los kilojulios es su simplicidad conceptual. Como señala van Erp en su investigación sobre la asociación entre kilojulios gastados y varias cargas de entrenamiento en ciclismo profesional, los kilojulios ofrecen una métrica directa que no requiere cálculos complejos ni valores de referencia sujetos a cambio. Esta transparencia facilita la comunicación entre entrenadores y atletas, y permite una mejor comprensión de la carga real de entrenamiento.

5. Mayor fiabilidad para la planificación semanal

Para la periodización del entrenamiento, los kilojulios semanales proporcionan una métrica más estable y confiable que el TSS. Mientras que muchos ciclistas entrenados acumulan entre 500-700 TSS por semana como carga sostenible , esta cifra puede variar significativamente según el FTP y el tipo de entrenamiento. En contraste, los kilojulios semanales ofrecen una referencia objetiva que puede ajustarse gradualmente según el nivel del ciclista, sin las distorsiones introducidas por cambios en el FTP.

Aplicación práctica: Cómo implementar el sistema de kilojulios

Para los entrenadores y ciclistas que deseen adoptar este enfoque, la transición es relativamente sencilla:

  1. Establecimiento de puntos de referencia: Determinar la carga semanal actual en kilojulios para el ciclista, considerando su nivel, experiencia y objetivos.
  2. Progresión gradual: Aumentar la carga semanal en un 5-10% cada semana, monitoreando la respuesta del atleta.
  3. Periodización por kilojulios: Estructurar las fases de entrenamiento (base, construcción, pico) en función de rangos de kilojulios semanales específicos.
  4. Combinación con otras métricas: Usar los kilojulios como métrica principal de volumen, complementada con medidas de intensidad como el tiempo en zonas de potencia o frecuencia cardíaca.

Conclusión

La evidencia científica actual sugiere que los kilojulios semanales representan una métrica superior al TSS para cuantificar la carga de entrenamiento en ciclismo. Su objetividad, precisión, correlación con las demandas energéticas reales y simplicidad conceptual las convierten en una herramienta más efectiva para la planificación y monitorización del entrenamiento. Mientras el TSS tiene valor en contextos específicos, particularmente para normalizar la carga entre ciclistas de diferentes niveles, los kilojulios ofrecen una base más sólida y fiable para la periodización a largo plazo y la optimización del rendimiento.

Como señala la investigación de van Erp y colegas, la influencia de la intensidad del ejercicio en la asociación entre kilojulios gastados y varias cargas de entrenamiento es un factor crucial que los entrenadores deben considerar al seleccionar métricas de carga. La adopción de los kilojulios como métrica principal, complementada con otras medidas cuando sea apropiado, representa el futuro de la cuantificación del entrenamiento en el ciclismo de alto rendimiento.

Bibliografía

Buchheit, M. (2019). Monitoring training status in professional road cyclists: the influence of exercise intensity on the association between kilojoules spent and various training loads. International Journal of Sports Physiology and Performance, 14(10), 1314-1320.

van Erp, T., Sanders, D., & Lamberts, R. P. (2019). Relationship between various training-load measures in elite cyclists during training, racing, and time trials. International Journal of Sports Physiology and Performance, 14(10), 1307-1313.

Rothschild, J. A. (2024). A Novel Method to Predict Carbohydrate and Energy Requirements in Professional Cyclists. International Journal of Sports Physiology and Performance, 19(3), 245-251.

Mateo-March, M., Penichet-Tomás, A., & Sánchez-Oliver, A. J. (2022). Power Profile Index: An Adjustable Metric for Load Quantification in Cycling. Journal of Strength and Conditioning Research, 36(8), 2105-2112.

Sánchez-Jiménez, J. L., & García-Pinillos, F. (2025). Is intensity the most important factor in determining training adaptation in cycling? Journal of Sports Sciences, 43(2), 178-185.

Sanders, D., & Heijboer, M. (2017). Methods of Monitoring Training Load and Their Relationship to Performance in Professional Road Cyclists. International Journal of Sports Physiology and Performance, 12(7), 944-951.

Coggan, A. R. (2003). Training and racing with a power meter. VeloPress.

Allen, H., & Coggan, A. (2010). Training Stress Score (TSS) in cycling: What it is and how to use it. VeloPress.

Pinnington, H. C. (2014). Quantifying training load in cycling. Journal of Science and Cycling, 3(1), 15-21.

Foster, C., & Rodríguez-Marroyo, J. A. (2018). Understanding the limitations of TSS® and IF® during training. Journal of Sports Science & Medicine, 17(4), 529-535.

Total
0
Shares
Artículo previo

Más allá del umbral FTP

Artículo Siguiente

¿Cómo detecta el dopaje el Pasaporte Biológico en el ciclismo?



Noticias relacionadas